Introducción
El valor intrínseco de la Medicina Familiar y Comunitaria (MFyC) se sustenta en sólidas evidencias1-14, pero también es cierto que el futuro ha de construirse y que «no se ama lo que no se conoce» (adagio escolástico). El prestigio académico y las vocaciones nacen en las universidades, y por eso es tan relevante la presencia nuclear de la MFyC en las mismas. Múltiples estudios demuestran que la elección de la especialidad futura se relaciona con características vinculadas al perfil del alumnado: antecedentes familiares; datos sociodemográficos (género, edad, estado civil, origen); antecedentes personales (personalidad, valores, expectativas, experiencias); características vinculadas con la facultad y los planes de estudio (departamentos, profesorado, asignaturas, prácticas con exposición longitudinal a la atención de las personas); percepciones del alumnado de las características de la especialidad (estilo de vida controlable o no controlable, percepción de adaptarse a sus expectativas vitales, ingresos económicos, valor social/prestigio académico), y percepción determinada por conocimiento en las prácticas15-17.
La MFyC en España es una disciplina académica, una especialidad médica y una profesión sanitaria que contiene un cuerpo asistencial, docente, investigador y de gestión propio. Su objeto de conocimiento clínico, educativo y de investigación se encuentra en la persona entendida como un todo, con un abordaje médico con visión holística y comunitaria18.
Por las características diferenciales con respecto a otras disciplinas, la MFyC como disciplina académica y la Atención Primaria (AP) como ámbito educativo sanitario deben ser incorporadas en la universidad de manera nuclear y ser prestigiadas académicamente19. Esto conlleva que los médicos y médicas de familia alcancen las mayores cuotas competenciales como docentes de grado y como formadores de futuros especialistas y que lideren los procesos de mantenimiento, desarrollo competencial y acreditación de los mismos.
La Academia de Medicina Familiar de España (AMFE) de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC) fue constituida el 16 de diciembre de 2005 por el grupo de pregrado de la semFYC. Su primer presidente fue el doctor Pedro Pablo Bonal Pitz. Nació con la misión de impulsar y favorecer que la MFyC sea nuclear y básica en la formación médica. Su visión es que la MFyC es la función central educativa tanto en la fase de formación universitaria, de grado, como en la especializada, de posgrado, tanto en el sistema educativo como en el sanitario. Asimismo, defiende que la MFyC ha de desarrollar sistemas de mantenimiento, evaluación y acreditación de la competencia que garanticen socialmente la competencia esperada para resolver sus compromisos con las personas, la sociedad, la formación, la calidad, la ética y la propia especialidad.
Entre las líneas estratégicas de la AMFE, están conocer la realidad actualizada de la MFyC en la universidad, definir contenidos como marco común y metodologías docentes homogéneas en la formación de grado, apoyar la formación del profesorado, elaborar documentos de apoyo para el desarrollo de la disciplina tanto en contenidos como en estructuras, favorecer el proceso de acreditación como profesores en las diferentes figuras docentes de la universidad y promover la investigación en general de la MFyC, en especial en docencia y formación para el alumnado.
En 2023, desde el Observatorio de la AMFE, se lleva a cabo un informe con el objetivo de conocer el grado de implementación de la MFyC en los planes de estudio del grado de Medicina en las universidades españolas.
Material y métodos
Se hizo un estudio exploratorio, descriptivo transversal, entre los meses de enero a marzo de 2023. Como fuente de información, se diseñó un cuestionario ad hoc que fue distribuido a docentes de las 47 facultades de Medicina del estado, según el listado oficial del Ministerio de Universidades para el curso académico 2022-2023, incluyendo 3 nuevas universidades que inician el grado de Medicina en el curso 2023-2024. Se invitó a participar a un profesor o profesora de cada una de las facultades que fuese médico o médica de familia con actividad docente y conocedor del plan de estudios.
El cuestionario ad hoc fue estructurado en 6 bloques que reflejaban el grado de impregnación de la MFyC en la universidad (anexo 1).
- La existencia de la asignatura de MFyC.
- La existencia de la asignatura de prácticas tuteladas de MFyC y su realización en centros de salud con especialistas en MFyC y con créditos ECTS propios.
- La realización de rotaciones en centros de salud con especialistas en MFyC sin créditos ECTS propios (adjudicados a MFyC y sin consideración de asignatura).
- La existencia de prácticas de simulación relacionadas con la MFyC.
- La transversalidad de los especialistas en MFyC docentes en otras materias o asignaturas distintas a la MFyC y en otros grados.
- La tipología de los docentes de MFyC (catedráticos, titulares, asociados, doctores, ayudantes, colaboradores honoríficos, etc.) y la existencia de médicas/médicos de familia en los diferentes entornos de recursos humanos universitarios (rectorado, decanato, departamentos, etc.).
Se recogieron las aportaciones sobre las prácticas docentes y evaluativas innovadoras a cargo de los docentes especialistas en MFyC.
Se ha hecho un análisis descriptivo con las respuestas y aportaciones de interés. Se ha incorporado un análisis comparativo con un estudio preliminar, incipiente, presentado en la III Conferencia de Medicina de Familia y Universidad de 2015.
Resultados
Los cuestionarios fueron enviados a las 44 facultades de Medicina que imparten clases en el año académico 2022-2023 (tabla 1), obteniendo respuestas completas de 41 de ellas (93,2%). No se obtuvo respuesta en el tiempo de estudio de 3 de ellas (0,8%).
De las 41 facultades que respondieron, 34 (83%) son públicas y 7 (17%) privadas. Se describen los resultados obtenidos según los bloques predefinidos.
Bloque 1. La asignatura de Medicina de Familia en la universidad (tabla 2)
La asignatura está implantada en 34 facultades (82,9%), siendo obligatoria en 32 (94,1%), lo que supone el 78% del total de facultades, y optativa en 2 (5,9%), frente a 7 facultades que no disponen de la asignatura de MFyC (17,1%). Está en el plan docente de las universidades de Jaén y Almería, aunque todavía no se ha impartido por reciente inicio del grado. Las 7 facultades públicas que no disponen de la asignatura en sus planes docentes son: Universidad Rey Juan Carlos, Universidad del País Vasco, Universidad Rovira y Virgili (Tarragona), Universidad de Málaga, Universidad de Cantabria, Universidad de Barcelona y Universidad de Oviedo. Tres nuevas facultades de Medicina comenzarán su andadura en el curso 2023-2024: Universidad de Alicante, Universidad Fernando Pessoa de las Palmas y Universidad Camilo José Cela (Madrid), cuyos planes docentes todavía no son consultables.
La denominación de la asignatura es muy heterogénea. Solo en 14 facultades se llama Medicina Familiar y Comunitaria (34%); en las 22 restantes (53%) hay una diversidad de denominaciones. En 7 de ellas el nombre lleva asociadas otras competencias, pues se trata de una asignatura compartida: cuidados paliativos (2), obstetricia y ginecología (2), medicina intensiva (1), urgencias (1), patología general y semiología clínica (1). El resto son nombres relacionados con la Medicina Familiar, pero sin ajustarse a la denominación de la especialidad: medicina integrada, integración, abordaje biológico, psicológico, social y cultural. Existen módulos de Medicina Comunitaria en dos asignaturas (patología general de tercero y medicina preventiva de sexto).
La asignatura es impartida en diferentes cursos, existiendo gran variabilidad, y siendo quinto el curso en el que se da con mayor frecuencia (en 21 facultades [51%]), seguido de sexto curso (en 13 facultades [32%]). Se imparte en los cursos preclínicos en 9 facultades (22%), en tercer curso en 8 (20%) y, en menor medida, solo en 3 facultades (7,5%), en cuarto curso.
Los créditos ECTS de la asignatura se distribuyen también de forma variable entre 1 y 10, correspondiendo 3 créditos en 13 facultades (38,3%) y 6 créditos en 11 (32,5%). Destacan 2 facultades con 12 ECTS.
Según la guía docente de cada universidad, el número de profesores asignados es enormemente heterogéneo, sin poder precisar de forma adecuada el cuerpo docente. El número de alumnas y alumnos en cada facultad es muy diverso, oscilando entre 60 y 360 por curso (tabla 1). Se evidencia que hay 4 facultades con más de 300 estudiantes y 5 facultades con 60 o menos. La dotación de la carga lectiva o docente es también heterogénea entre las diferentes universidades.
El número global de docentes es extraordinariamente variable, entre 2 y 300. El promedio de profesores asignados para la asignatura de MFyC es de 10,4 docentes por facultad (DS: 5,14; máximo: 29, mínimo: 2). Y al valorar la presencia de la figura de colaboradores honoríficos, vinculados a las prácticas tuteladas o rotatorios, los observamos en 14 universidades (34%), no está contemplada en 14 y se desconoce en 7 facultades. Esto hace pensar que la nomenclatura no es homogénea, y en algunos casos se confunde la figura de colaborador honorífico con la de colaborador docente, además de que tal figura no es conocida o reconocida en todas las facultades y no es remunerada.
Con relación a las técnicas docentes, se destacan la diversidad y la implicación que supone gran parte de dichas técnicas. Se utilizan seminarios, trabajos prácticos, talleres, laboratorios de habilidades, presentaciones orales, clases inversas, técnicas de simulación, portafolio, aprendizaje basado en problemas, trabajo sobre casos clínicos. En el 90% de las facultades, lo habitual es la simultaneidad de técnicas, entre 2 y 5 (90%), con la implantación de técnicas que requieren grupos reducidos para el óptimo aprendizaje.
Las técnicas de evaluación incluyen examen tipo test en 25 facultades (71%), que oscila entre 8 y 100 preguntas, con un peso en la nota final de entre el 35% y el 100%. La evaluación continuada de prácticas, seminarios y habilidades proporcionan un peso en la nota final que se sitúa entre el 15 y el 80%, con una media de 33,8%. Existen experiencias de evaluación continua. Sin embargo, en la mitad de las facultades no se valoran en la nota final.
Bloque 2. Prácticas tuteladas en centros de salud con especialistas en MFyC con créditos ECTS adjudicados a MFyC (tabla 2)
Disponen de prácticas tuteladas de MFyC 28 facultades (68,3%), siendo reconocida como asignatura independiente con créditos propios en 19 (67%).
La denominación de las prácticas tuteladas de MFyC presenta una gran variedad; en total, 17 denominaciones diferentes (figura 1). La duración oscila entre 2 y 9 semanas, con una mediana de 5.
Se incluyó un bloque de preguntas relacionadas con la evaluación clínica objetiva y estructurada (ECOE) de final de prácticas. Se lleva a cabo en 37 facultades (90%). Es común a todas las asignaturas en todos los casos, salvo en la facultad de Girona, que cuenta con ECOE propia de MFyC. La desarrollan la MFyC junto a otras especialidades en 23 facultades (56%), solo MFyC en 4 (9,7%), otras especialidades en 3 (7,3%) y no contestan 7 (7,3%). Tiene carga docente en 13 (31,7%).
Bloque 3. Rotaciones en el centro de salud (independiente de prácticas tuteladas)
El alumnado hace rotaciones en centros de salud en 34 facultades (83%) y en las 7 restantes (17%) no hay rotaciones. Estas rotaciones son obligatorias en 29 facultades (71%).
La rotación tiene lugar en sexto curso en 21 facultades (51%), mientras que 14 (35%) la hacen en quinto y 11 (27%) en tercero. Es importante destacar que existen experiencias en algunas facultades en las que se rota en el centro de salud en diversos cursos a lo largo del grado, y en algunas incluso en el primer año docente. La media es 5 semanas (DS: 1,2; mínimo: 2, máximo: 9).
La coordinación de las prácticas en MFyC no siempre depende de Medicina Familiar, siendo coordinadas por especialistas en MFyC en 14 facultades (41,2%), por especialistas en medicina interna u otras especialidades en 13 (38,2%), y por especialistas en MFyC, junto a otras especialidades distintas a medicina interna, en las 7 restantes (20,6%).
Esta rotación depende en el 50% de los casos de un departamento universitario. En el otro 50%, las rotaciones son organizadas por el departamento junto a otras estructuras, como las gerencias de AP o las unidades docentes multiprofesionales, o bien por las propias unidades docentes universitarias (11,7%).
El número de profesoras/profesores asociados de prácticas clínicas es muy variable, sin poder concretar el número exacto, pero en todos los casos son especialistas en MFyC.
Durante la estancia en el centro de salud, los estudiantes llevan a cabo técnicas formativas-evaluativas como sesiones clínicas en 20 planes de estudios (48,7%), memoria de la rotación en 19 (46,3%), cuaderno de prácticas en 15 (36,6%), proyectos de investigación en 6 (14,6%) y otras técnicas en 2 planes (5%). En 14 facultades (34%) utilizan al menos dos técnicas. Solo 3 facultades (7,4%) no usan ninguna. Las rotaciones puntúan en la nota final de la asignatura en 30 casos (73,2%).
Cabe destacar el importante volumen de actividades innovadoras impartidas en los centros de salud con los estudiantes de Medicina, y centradas en la Medicina Familiar: aprendizaje basado en problemas, simulación clínica, simulación clínica con actores, proyectos comunitarios, participación en los blogs docentes de los distintos centros, talleres de comunicación y cine, medicina basada en la evidencia (MBE), talleres prácticos de competencias clínicas (cirugía menor, ecografía, virus de inmunodeficiencia humana [VIH] e infecciones de transmisión sexual [ITS]), entrevista clínica, elaboración de casos clínicos, de preparación de ECOE, casos clínicos interactivos, técnicas de resolución de problemas, lectura crítica de estudios.
Bloque 4. Formación en habilidades mediante simulación
A la pregunta sobre la realización de actividades formativas utilizando simulación, contestaron afirmativamente 29 facultades (70,7%). Estas actividades formativas se centran en MFyC en 24 (82,7%). Las imparten médicas/médicos de familia en 26 facultades (90%) y otros especialistas en 3 (10%). Solo en dos facultades tienen créditos propios: 1 y 9 ECTS.
Estas formaciones suelen llevarse a cabo en quinto y sexto (85%), pero se observa una gran variedad y todo tipo de combinaciones a la hora de llevarlas a cabo.
Bloque 5. Transversalidad de los especialistas en MFyC docentes en el grado de Medicina
La presencia de médicas/médicos de familia docentes que imparten asignaturas de grado diferentes a la asignatura de MFyC se observa en 33 facultades (80,5%), y también se ha comprobado que dan asignaturas del ámbito generalista como patología general, clínica médico-quirúrgica, propedéutica y exploración física, metodología de la investigación, epidemiología, estadística, medicina preventiva y salud pública, prevención y promoción de la salud, bioética, comunicación e introducción a la salud. No obstante, representan un número muy reducido del claustro docente.
Bloque 6. Transversalidad de los especialistas de MFyC docentes en otros grados o formaciones universitarias
Los médicos/médicas de familia colaboran como docentes en otras disciplinas y grados en 24 universidades, siendo 44 médicos/médicas de familia docentes en grados de enfermería, fisioterapia, odontología, ingeniería biomédica, nutrición, farmacia, ciencias de la actividad física y el deporte, terapia ocupacional, trabajo social, magisterio y podología. Además, hay un total de 50 profesionales que participan en docencia de máster de facultades propias u otras.
Bloque 7. Recursos humanos universitarios. Los especialistas en MFyC en la universidad
La plantilla de médicas/médicos de familia es todavía muy inferior a la que corresponde a la importancia de la MFyC en el sistema sanitario español. Sin embargo, en los últimos años, se han producido algunos avances.
En la actualidad, hay tres catedráticos en las facultades de La Laguna, Girona y Miguel Hernández. Hay 13 profesores titulares: 3 en la Universidad de Barcelona, 2 en la Universidad Miguel Hernández, 2 en la Universidad del Rey Juan Carlos, y 1 en cada una de las siguientes universidades: la de Extremadura, la de Salamanca, la de Granada, la de Navarra, la Autónoma de Barcelona, y la Internacional Catalunya. También existen profesores contratados doctores; hay 8 en cada una de las siguientes universidades: la de Zaragoza, la de Salamanca, la Autónoma de Madrid, la de Santiago de Compostela, la Navarra, la del Rey Juan Carlos, la de Francisco de Vitoria y la de Valladolid. Finalmente, tanto la Universidad de Granada como la Universidad de Alcalá de Henares cuentan con 2 ayudantes doctores.
En relación con el profesorado asociado, en las diferentes facultades oscila su número de 0 a 100, por lo que hay que tener en cuenta esta disparidad y la diferencia de consideración de este perfil en las universidades.
Discusión y conclusiones
La plantilla de médicas y médicos de familia es todavía muy inferior a la que corresponde a la importancia de la MFyC en el sistema sanitario español. A pesar de haberse producido algunos avances en los últimos años, el sistema universitario español se enfrenta a un enorme reto de adaptación y transformación del grado de Medicina.
Los sistemas sanitarios que se orientan hacia la inversión en salud consiguen una mayor efectividad, eficiencia, equidad y viabilidad y se basan en evidencias, están planificados y tienen la AP como puerta de entrada y eje vertebrador del sistema1-8.
Los problemas que acucian a la AP española en la actualidad tienen varios orígenes20-22, y uno de ellos ha sido la planificación de la oferta de plazas23. Para que una especialidad tan esencial como la MFyC sea elegida por nuestros futuros especialistas, tiene que ser conocida, y en este aspecto la universidad cobra una especial relevancia13,14,20. Por ello, la AMFE ha puesto en marcha su Observatorio, para conocer la situación real y actual de la MFyC en la universidad. Las alianzas entre la MFyC y universidad son necesarias. Para la universidad, es importante aproximarse a la realidad sociosanitaria y a las necesidades de las personas24-26 puesto que su función principal es formar profesionales con visión generalista27 y no miniespecialistas o los llamados supraespecialistas. Y, por su parte, la MFyC, aunque cuenta con un valor intrínseco fuera de todas dudas28, tiene que incrementar su prestigio académico, que indudablemente puede tener en nuestro medio.
A la luz de este estudio, se comprueban tres grandes hechos: la progresión de la MFyC en la universidad en comparación con estudios previos, la enorme heterogeneidad en contenidos, metodologías, créditos asignados y profesorado en las diferentes facultades de Medicina y las sustanciales aportaciones innovadoras en metodologías docentes y evaluativas de la MFyC en el grado.
Progresión de la Medicina Familiar y Comunitaria en el grado
Tomando como referencia el estudio presentado en la III Conferencia de Medicina de Familia y Universidad por el profesor Ricardo Rigual Bonastre (tabla 3), se evidencia que, de las 22 facultades de las 36 analizadas en 2015 (61%) que tenían implantada la asignatura obligatoria de Medicina Familiar, se ha pasado en 2023 a 34 facultades de las 41 evaluadas (83%). Se objetiva una progresión en cuanto a la obligatoriedad de la asignatura, constando también un aumento en el número de facultades de Medicina.
Con respecto a la presencia de médicas/médicos de familia docentes en la universidad, se ha pasado de contar con 4 titulares en 2015 a tener, en 2023, 3 catedráticos, 13 profesores titulares (algunos ya acreditados como catedráticos por la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación [ANECA]), 8 contratados doctores y 2 ayudantes doctores, y un número importante de profesorado asociado, aunque lejos aún de lo deseable.
Heterogeneidad de la presencia de la Medicina Familiar en los planes de estudio
Se constata en este análisis exploratorio que existe una enorme heterogeneidad en aspectos claves en cuanto a la asignatura de MFyC y la presencia de médicas/médicos de familia en la universidad, aspectos básicos para poder tener un cuerpo competencial propio, y que consideramos una importante debilidad. Una heterogeneidad que engloba desde la existencia de una asignatura propia y su diferente nomenclatura, la carga docente asociada, la vinculación a departamentos no propios de la MFyC, la existencia de prácticas tuteladas con carga lectiva reconocida, los rotatorios en centros de salud con médicos/médicas de familia sin carga lectiva independiente, la tipología del profesorado o la existencia de médicas/médicos de familia implicados en la formación de estudiantes desde los primeros años del grado, el número de profesores vinculados, la existencia de estructura docente propia.
La AMFE, como línea estratégica, potencia la presencia de médicas/médicos de familia en EURACT (European Academy of Teachers in General Practice), por ello es importante conocer la situación de nuestros docentes y comparar su situación con la de los docentes de otros países. En la práctica totalidad de las facultades de Europa y en un elevado número a nivel mundial, existen departamentos de Medicina de Familia, siendo algunos de ellos nucleares en la formación de grado29. El profesorado de médicas/médicos de familia a nivel internacional está muy presente en las universidades, mientras que, en nuestro país, aunque ha mejorado desde 2015, estamos muy lejos de lo que sucede en el entorno internacional y de lo que es necesario en nuestro entorno.
Innovación docente
El cuestionario ha permitido conocer la metodología docente y las diversas técnicas docentes innovadoras que la Medicina Familiar aporta a la universidad española y que progresivamente se alejan de las clases magistrales clásicas.
Una variedad de técnicas docentes como seminarios, talleres, laboratorio de habilidades, realización de trabajos prácticos, presentaciones orales, trabajo sobre casos clínicos, seminarios en aula inversa, portafolio, técnicas de simulación, aprendizaje basado en problemas y aprendizaje centrado en las personas son una muestra de las diversas técnicas aplicadas en las diferentes facultades. La práctica habitual es la simultaneidad de técnicas, entre dos y cinco, con la implicación docente que ello conlleva. La mayor parte de las técnicas requieren grupos pequeños, repetición de formaciones, una alta implicación por parte de todo el cuerpo docente y, también, tiempo. Esta innovación docente creciente es diferenciadora, un valor que aporta la MFyC.
La ECOE ha tenido un amplio desarrollo en las facultades de Medicina en la última década. Es relevante el papel que la MFyC ha desempeñado en esta evaluación, que ha sido también una apuesta de la Conferencia Nacional de Decanos30.
La presencia de la MFyC es aún muy testimonial y el impacto sobre la elección de las plazas MIR de los recién egresados es un reto que se ha de afrontar. Desarrollar la MFyC y su visión generalista es una estrategia que se visualiza como necesaria para poder atender las necesidades de la ciudadanía o los cambios demográficos y sociales actuales.
Queda camino por recorrer, y los problemas no se solucionan solo aumentando el número de plazas MIR, sino adecuando las plazas a las necesidades reales31. El impacto de la impregnación de la MFyC en la universidad se puede reflejar en la elección de las plazas MIR, aunque no solo depende de la formación, y es importante apuntar las condiciones de la AP a la hora de la elección MIR32. Si analizamos la elección más reciente, la celebrada en la convocatoria 202333,34, podemos observar lo que algunos autores han denominado preferencia competitiva positiva, que apunta hacia una elección equiparable a otras especialidades en ranking según el número de plazas, y que, al ser un número más elevado, condiciona también la elección35. Pero esto no es óbice para seguir mejorando el conocimiento de la especialidad, que debería cubrir el 50% de las plazas de médicas/médicos en el Sistema Nacional de Salud (SNS) y, sin embargo, está lejos de este objetivo, ya que en la actualidad los especialistas de MFyC representan solo el 33%27.
Este análisis exploratorio sobre la impregnación de la Medicina Familiar en el grado de Medicina nos ha permitido tener un mapa de la situación de la MFyC en el ámbito universitario de nuestro país y conocer su gran heterogeneidad. A la luz de estos resultados, la AMFE hace las siguientes recomendaciones (tabla 4):
*MIEMBROS DEL GRUPO COLABORATIVO ACOAMFE
- José Alberto Aguiar Bautista. Universidad Las Palmas de Gran Canaria
- Rafael Azagra Ledesma. Universidad Autónoma de Barcelona.
- Albert Balaguer Santamaría. Universidad Internacional de Cataluña.
- Cruz Bartolomé Moreno. Universidad de Zaragoza.
- Manuel Batalla Sales. Universidad Jaume I. Castellón.
- Francisco Buitrago Ramírez. Universidad de Extremadura.
- Antonio Cabrera de León. Universidad de La Laguna. Santa Cruz de Tenerife
- Francisco Campos Lucas. Universidad Francisco de Vitoria. Madrid.
- Verónica Casado Vicente. Universidad de Valladolid.
- Emilio Cervera Barba. Universidad Francisco de Vitoria. Madrid.
- Josep M.ª Cots Yago. Universidad de Barcelona.
- Isabel Del Cura González- Universidad Rey Juan Carlos. Madrid.
- M.ª José Fernández Domínguez. Universidad de Santiago de Compostela.
- Francisco Javier Fonseca del Pozo. Universidad de Córdoba.
- José V. Galán Bernardino. Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir. Valencia.
- Francisco Javier Gallo Vallejo. Universidad de Granada.
- Guillermo García Velasco. Universidad de Oviedo.
- Tomás Gómez Gascón. Universidad Complutense de Madrid.
- Eva Gómez Iglesias. Universidad de Cantabria.
- Manuel Ángel Gómez Marcos. Universidad de Salamanca.
- Esteban González López. Universidad Autónoma de Madrid.
- José Luis Gonzálvez Perales. Universidad CEU Cardenal Herrera. Castellón.
- Nuria Goñi Ruiz. Universidad Pública de Navarra.
- M.ª Rosa Magallón Botaya. Universidad de Zaragoza.
- Iñaki Martín Lesende. Universidad del País Vasco. Vitoria-Gasteiz.
- Francisco Martín Luján. Universidad Rovira i Virgili. Tarragona.
- Francisco Martos Crespo. Universidad de Málaga.
- Juan Francisco Menárguez Puche. Universidad de Murcia.
- Elena Muñoz Seco. Universidad de las Illes Balears.
- Jorge Navarro Pérez. Universidad de Valencia (España).
- Domingo Orozco Beltrán. Universidad Miguel Hernández. Elche. Alicante.
- Ignacio Párraga Martínez. Universidad de Castilla La Mancha.
- Beatriz Pascual de la Pisa. Universidad de Sevilla.
- Eva Peguero Rodríguez. Universidad de Barcelona.
- Alejandro Pérez Milena. Universidad de Almería.
- Antoni Plana Blanco. Universidad de Lleida.
- Rafel Ramos Blanes. Universidad de Girona.
- M.ª Jesús Salgado Gómez Salado. Universidad de Cádiz.
- Blanca Sanz Pozo. Universidad Europea de Madrid.
- M.ª Encarnación Serrano Serrano. Universidad de Alcalá de Henares.
- José Javier Varo Cenarruzabeitia. Universidad de Navarra.
- Josep Vidal Alaball. Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña. Barcelona.