Objetivos
El objetivo es determinar el impacto sobre la salud emocional de la pandemia en la población comprendida entre los 18 y los 30 años de edad, que vive en medio urbano y semirrural. El estudio compara los diagnósticos psiquiátricos (depresión, ansiedad y trastornos adaptativos) y el uso de psicofármacos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)/benzodiacepinas (BDZ) en el grupo de población descrito en el año 2019 prepandemia y en el año 2022 pospandemia.
Material y métodos
Estudio retrospectivo descriptivo analizando el posible impacto de la pandemia en la incidencia y prevalencia de los trastornos descritos en dos ambulatorios, uno en medio urbano y otro en medio semirrural. Comparar el consumo de psicofármacos en estos dos períodos. Ver diferencias en los dos entornos. Análisis estadístico y conclusiones.
Resultados
La prevalencia del conjunto de trastornos depresivos, ansiedad y adaptativos en 2019 fue del 5,2%. La prevalencia del conjunto de los tres trastornos en 2022 fue del 10,97%, suponiendo un aumento de diagnóstico del 52%. La incidencia pasó de 2019 a 2022 de 0,76 a 1,4%, suponiendo esto un aumento de 45,7%. Del total de nuevos diagnósticos de 2019, el 92,3% se diagnostican en entorno urbano y el 8,7% en entorno semirrural. En 2022, los nuevos diagnósticos supusieron el 90,7% en entorno urbano y el 9,3% en entorno semirrural. El trastorno más prevalente ha sido la ansiedad en los dos períodos; 64,57% en 2019 y 64,7% en 2022. La depresión ha supuesto un 18,8% en 2019 y un 16,1% en 2022; los trastornos adaptativos, un 16,5% en 2019 y un 19% en 2022. La incidencia acumulada del uso de BDZ aumentó un 30,8%; los antidepresivos se mantuvieron estables en los dos períodos. El 90,62% de la prescripción de BDZ y el 94,2% de la prescripción de antidepresivos se hacen en entorno urbano.
Conclusiones
La pandemia ha afectado negativamente sobre la salud mental de los pacientes jóvenes y ha aumentado el consumo de psicofármacos, sobre todo en trastornos de ansiedad.