Objetivos
La conferencia de Otawa de 1986 instó a Atención Primaria a promocionar la salud, incluyendo a las comunidades donde trabaja. En nuestra universidad, los médicos de familia han introducido y evaluado una formación específica en salud comunitaria para el grado de medicina. El objetivo de esta investigación es describir la evaluación que los estudiantes de medicina hacen sobre esta formación y la metodología docente empleada para aplicarla.
Material y métodos
Estudio descriptivo trasversal realizado en la universidad a estudiantes de medicina que recibieron formación específica en salud comunitaria. Fueron incluidos los que aceptaron participar en una encuesta online que evaluaba la formación.
Se estudiaron las frecuencias de respuestas tipo Likert (cinco niveles) a las siguientes variables: utilidad de la formación y de las visitas al centro de salud; conocimiento sobre salud comunitaria y utilidad del trabajo final en la integración de los conocimientos y en el desarrollo de competencias trasversales.
Resultados
Participaron 198 de los 321 alumnos matriculados. El 86,8% consideró útiles los conocimientos teóricos impartidos y el 83,3% valoró positivamente el trabajo final oral. Las prácticas clínicas en Atención Primaria ayudaron al 83% en el trabajo final y mejoraron la percepción de la medicina de familia (82,1%). Después de impartir la formación, la concienciación sobre la importancia de la comunidad en la salud pasó del 21,5% inicial al 93,3%. El 89,2% piensa que el proyecto final consigue la integración de conocimientos y fomenta la adquisición de competencias trasversales: trabajo en equipo (95,4%), comunicación científica (88,2%), aprendizaje basado en problemas (92,9%) y búsqueda autónoma de información (91,8%).
Conclusiones
Es posible y necesario enseñar el abordaje comunitario de los problemas de salud en la universidad. El aprendizaje basado en casos observados en Atención Primaria permite la integración de los conocimientos teóricos impartidos y el desarrollo de otras competencias trasversales.
CEI
El protocolo ha sido aprobado por el CEEAH (comité de ética en experimentación animal y humana) de la Universidad Autónoma de Barcelona con expediente 6794 del 11 de marzo de 2024.