Objetivos
Conocer la prevalencia de fragilidad en un cupo urbano de la Zona Básica de Salud de Parquesol (Valladolid) y evaluar los diferentes factores asociados a un mayor riesgo de caídas con el fin de adoptar medidas que mejoren la calidad de vida y eviten las fracturas.
Material y métodos
Se trata de un estudio descriptivo observacional en el ámbito mesocomunitario, de las 310 personas de más de 70 años incluidas en un cupo urbano de 1588 individuos.
Se aplica el test de Barthel, en el que se seleccionan aquellas personas con un resultado superior a 90 (209 personas) y, posteriormente, tras muestreo aleatorio simple, con intervalos de confianza del 95% y un error muestral del 0,05, se reclutan 124 sujetos a los que se les realiza el cuestionario VIDA y la escala J. Downton, incluyéndose también los antecedentes de caídas y hospitalizaciones en el último año.
Resultados
De la muestra de 124 individuos, se encontraron 74 pacientes frágiles (59,68%), de los cuales 22 (29,73%) habían sufrido al menos una caída. Ninguna persona fuera del grupo de pacientes frágiles (50 personas) sufrió caídas. Entre los pacientes frágiles, han sufrido una caída el 40% con Barthel=90, el 16% =95 y el 18,18 =100; y han sufrido dos caídas el 20%, el 8% y ninguno, respectivamente. El índice de Barthel presenta una relación inversamente proporcional con la producción de caídas, de forma significativa en el grupo de una caída y de manera muy significativa en el grupo de dos caídas. La prevalencia de caídas entre mujeres frágiles (44,44%) es significativamente superior a la que existe entre hombres frágiles (15,79%). El 18,18% de los pacientes que se habían caído tomaba antidepresivos, y el 31,82% tenía déficit auditivo, frente al 17,57% y al 31,08% de todos los pacientes frágiles.
En el cuestionario VIDA nadie obtuvo una puntuación por debajo de 31, y 74 sujetos obtuvieron un resultado superior a 2 en la escala J. Downton.
Conclusiones
Se comprueba una relación significativa entre fragilidad y riesgo de caídas. Entre los pacientes que habían tenido una o dos caídas se aprecia cómo, a medida que desciende el índice de Barthel, aumenta la frecuencia de caídas. Parece que hay un mayor número de caídas entre los pacientes que toman antidepresivos y/o padecen un déficit auditivo. En este estudio, el cuestionario VIDA ha resultado poco eficaz para detectar pacientes frágiles en comparación con la escala J. Downton. Los estudios de cupo (diagnóstico de salud mesocomunitario) son relevantes para identificar pacientes en riesgo que de otra manera podrían pasar desapercibidos.
CEI
Dictamen favorable del Comité de Ética de la Investigación con medicamentos (CEIm) de las Áreas de Salud de Valladolid.