Libreta de viaje del médico de familia

Manglar

Meadow

DOI: 10.55783/rcmf.170109

José Luis Turabián Fernándeza y Benjamín Pérez Francob

Tutores de residentes de Medicina Familiar y Comunitaria

a Centro de Salud Santa M.ª de Benquerencia de Toledo. Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Toledo. Toledo (España).

b Centro de Salud Estación de Talavera de la Reina. Unidad Docente Multiprofesional de Atención Familiar y Comunitaria de Talavera de la Reina. Toledo (España).

Resumen

Estas historias de la LIBRETA DE VIAJE DEL MÉDICO DE FAMILIA, que forman una biblioteca del médico caminante o viajero emocional, son hojas sueltas en las que se escribe sobre paisajes y emociones; son un atlas de geografía emocional. La evocación de un paisaje ante la asistencia a un paciente —montañas, ríos, valles, playas, mares, desiertos, mesetas, islas, pantanos, cascadas, dunas, bosques, salinas, lagos, etc.—, con las sensaciones sentidas por el médico, de calor, frescor, humedad, dificultad, agobio, serenidad, inmensidad, soledad, etc. No es un diario, solo una libreta de apuntes con las vivencias del médico sobre los patrones y procesos de la consulta en un cierto caso clínico, que, a su vez, puede ilustrar un prototipo de esa clase de casos.

Abstract

These stories of THE FAMILY PHYSICIAN’S TRAVEL NOTEBOOK, which comprise a library of the nomadic doctor or emotional traveller, are loose-leaf pages with writings about landscapes and emotions. They are an emotional geography atlas. The suggestion of a landscape before treating a patient –mountains, rivers, valleys, beaches, seas, deserts, plateaus, islands, swamps, waterfalls, dunes, forests, salt marshes, lakes, etc.-, with the sensations felt by the doctor-heat, coolness, humidity, hardship, stress, serenity, vastness, loneliness, etc. It is not a journal, only a notebook with the physician’s experiences about the patterns and processes of consultation in a particular case study, which in turn may illustrate a prototype for these types of cases.

Significa árbol retorcido. Es un bosque salado. Un manglar es un conjunto de árboles caracterizado por su habilidad para sobrevivir y desarrollarse en terrenos costeros inundados o inundables, zonas con agua de altos niveles de salinidad. Es el equivalente costero del bosque selvático en tierra. Tienen una grandísima diversidad biológica, encontrándose tanto gran número de especies de aves como de peces. Actúan como barrera para la erosión y proporcionan una protección natural contra catástrofes naturales del tipo de fuertes vientos y olas producidas por huracanes.

Iván, de 14 años, es traído a consulta por sus padres. Presenta una clínica compatible con colon irritable: hábito estreñido, con episodios de diarrea y dolores cólicos peri-umbilicales –no epigástricos- frecuentes, desde hace 1 año. Su estatura está en el percentil 90 y su peso en el 50. No hay anorexia, ni pérdida de peso, ni ardor epigástrico. Su maduración puberal es normal.

Retraso de dos cursos escolares respecto al nivel que le corresponde por edad.

—No me gusta estudiar.

Iván es un chico inquieto, irónico. Hace algunas bromas en la consulta.

—¿Qué tal en casa, con tus padres? —pregunta el médico.

—Nada… Muy bien… Me meten en la mazmorra, me sujetan con cadenas y me pegan con un látigo… Mire, mire estas marcas.

—Y las clases, ¿qué tal?

—Ah…, ¡el baloncesto muy bien!

Es el primer hijo de un matrimonio joven. Ambos padres presentan signos y síntomas de ansiedad. Tienen un negocio propio de lámparas, y eso les genera muchas preocupaciones. Los dos han sido tratados en diversas ocasiones de ansiedad y somatizaciones.

Iván está entre el agua y la tierra…, entre pleamar y bajamar. Iván es un terreno boscoso costero, un bosque de marisma o bosque de manglares. Los manglares desempeñan una función clave en la protección de las costas contra la erosión eólica y por oleaje…

Iván recibe los impactos de sus padres… y representa un mecanismo de atenuación de los conflictos en la familia.

A Iván se le ha hecho un estudio de parásitos en heces (repetidamente) y anticuerpos antigliadina, antirreticulina y antiendomisio que han sido negativos. Hasta hace semanas —ahora lo lleva el médico de familia porque ya tiene 14 años— le trataba su pediatra con bromuro de otilonio, pero hubo poca mejoría.

Ahora los padres lo llevan a una consulta privada, donde solicitaron un test del aliento para Helicobacter pylori que salió positivo. Los padres explican al médico de familia que en esa consulta les han propuesto o bien tratamiento erradicador directamente o realización previa de endoscopia con toma de biopsia para histología y cultivo microbiológico…

El médico tiene que navegar entre manglares… Deslizándose lentamente en silencio… O caminar por las tierras pantanosas, los cenagales y barros de los manglares… Observa un paisaje enmarañado de ramas que buscan desesperadamente las aguas marinas para vivir…

Iván, como el manglar, es un bosque diferente.

En los bosques de manglar, con cada pleamar, sus copas sobresalen del agua. Y solo durante la bajamar son visibles sus raíces respiratorias, que captan el oxígeno atmosférico y lo transmiten a las raíces enterradas. Esta adaptación les permite sobrevivir en un suelo fangoso, sin oxígeno y con altas concentraciones salinas. Son especies adaptadas a la escasez de agua dulce y sus hojas son capaces de eliminar el exceso de sal.

«Dicen que, estando en los manglares, nada mejor que apagar el motor del bote y procurar un silencio para escuchar los sonidos del manglar», piensa el médico.

Rev Clín Med Fam. 2024;17(1):72-73

Cómo citar este artículo...

Turabián Fernández JL, Pérez Franco B. Manglar. Rev Clín Med Fam. 2024;17(1):72-73. DOI: 10.55783/rcmf.170109