Introducción
La enfermedad cardiovascular (ECV) se ha convertido en la principal causa de mortalidad y morbilidad prematura en todo el mundo. Se han realizado amplias investigaciones sobre las causas y los factores de riesgo desde mediados del siglo xx y se han establecido factores individuales como tabaquismo, hipertensión, diabetes y dislipidemia como factores de riesgo de ECV, entre otros, mostrando que la eficacia de reducir estos factores disminuye la morbilidad y la mortalidad posteriores. Las recomendaciones dietéticas se han incorporado a las guías nacionales y profesionales para la prevención de ECV desde la década de 1960, aunque deben revisarse y actualizarse, si es necesario1.
La obesidad está directamente relacionada con gran parte de los factores de riesgo de ECV, pero para actuar en prevención en estas patologías, independientemente del índice de masa corporal (IMC), la valoración de masa grasa y la presencia de trastornos metabólicos pueden ser mejores indicadores del riesgo de ECV que el IMC solo2.
Se han utilizado distintos marcadores para estimar su capacidad predictiva en RCV y actuar precozmente: circunferencia del cuello y relación cintura-talla3, y porcentaje de grasa corporal, circunferencia de la cintura e IMC4, entre otros.
Se destaca la necesidad de la detección precoz del riesgo, incluso en personas consideradas saludables que pueden no presentar un RCV a corto plazo, pero sí riesgo metabólico asociado con un mayor RCV a medio plazo, lo que enfatiza la necesidad de una intervención temprana5.
Es objetivo de este trabajo estimar la prevalencia de RCV utilizando tres métodos: Score, REGICOR y DORICA, y la capacidad predictiva del VAI y del DAI en RCV en la población laboral objeto de estudio.
MÉTODOS
Estudio transversal realizado con 418.343 trabajadores de diferentes comunidades autónomas en España (Baleares, Andalucía, Canarias, Comunidad Valenciana, Cataluña, Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla-León, País Vasco) y con diferentes ocupaciones laborales (hostelería, construcción, comercio, sanidad, administración pública, transporte, educación, industria y limpieza) durante el período comprendido entre enero de 2019 y septiembre de 2021. La población de estudio se obtuvo de base de datos procedente de los reconocimientos médicos laborales realizados en los diversos servicios de prevención de riesgos laborales de las diferentes comunidades incluidas siguiendo la legislación preventiva española6 y que utilizan criterios comunes de clasificación, registro diagnóstico y pruebas de laboratorio. Se ofreció la participación a todos los trabajadores que acudieron al reconocimiento. Son criterios de inclusión: participación voluntaria, edad entre 18 y 67 años, no estar en período de incapacidad temporal en el momento del reconocimiento de vigilancia de la salud y aceptación del uso de los datos con fines epidemiológicos.
Las medidas antropométricas de talla y peso, clínicas y analíticas, fueron realizadas por el personal sanitario de las diferentes unidades de salud laboral participantes en el estudio, previa homogeneización de las técnicas de medición.
Los valores de glucemia se clasificaron según los criterios de la Asociación Americana de Diabetes actualizados en 2022 e incorporados en la guía de Atención Primaria7,8. Se considera no fumador a quien nunca ha fumado o ha fumado menos de 100 cigarrillos en toda su vida, y se incluye en este grupo a los exfumadores que llevan > 1 año sin fumar. Se considera fumador a cualquiera que consuma tabaco independientemente de la cantidad consumida.
Se han empleado para el cálculo del RCV diferentes modelos, escogidos entre los ya validados por la comunidad científica. Para ello se tuvo en cuenta la facilidad de uso, la fiabilidad y su adaptación a la población española. Se han utilizado tres métodos: REGICOR, DORICA y SCORE.
REGICOR es el modelo de Framinghan calibrado para la población española. Para calcular este riesgo, se valoran los siguientes factores: presencia o no de diabetes, consumo o no de tabaco, sexo (hombre/mujer) y edad. Solo permite incluir a población con edades entre 35 y 74 años. Se clasifica a cada persona en uno de los grupos de riesgo: REGICOR < 5%: riesgo bajo; REGICOR 5-9,9%: riesgo moderado; REGICOR 10-14,9%: riesgo alto, y REGICOR ≥ 15%: riesgo muy alto. Se utilizan los puntos de corte que vienen siendo recomendados en la literatura científica9,10. Las tablas REGICOR están disponibles en su página web.
SCORE es el método basado en poblaciones europeas. Presenta tablas según el nivel de riesgo de cada país11. En este trabajo se ha utilizado la versión aplicable para países de bajo riesgo, recomendada para España12. Las variables que se incluyen son: edad, sexo, presión arterial sistólica, colesterol total, colesterol de lipoproteínas de alta densidad (cHDL) y consumo de tabaco. Solo permite incluir a población con edades entre 40 y 65 años. Para la clasificación del nivel de RCV, se han utilizado los puntos de corte que se recomiendan en la literatura científica13: riesgo bajo: SCORE ≤ 3%; riesgo moderado: SCORE 4-5%; riesgo alto: SCORE > 5%. Las tablas SCORE están disponibles en Heart-SCORE.
DORICA se basa en el estudio DORICA14. Valora el consumo de tabaco, la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia y la diabetes mellitus, y diferencia las tablas según edad, sexo, presencia o no de diabetes y consumo o no de tabaco.
Solo permite incluir a población con edades entre 25 y 64 años. Para clasificar el nivel de RCV con las tablas DORICA, se han utilizado los puntos de corte que recomienda el grupo responsable del estudio: riesgo bajo: DORICA < 5; riesgo ligero: DORICA = 5-9; riesgo moderado: DORICA = 10-19; riesgo alto: DORICA = 20-39; riesgo muy alto: DORICA ≥ 40.
En el Estudio SCORE-calibrado para España, los valores de referencia son: edad (40-65 años); y para < 40 años, una tabla de riesgo relativo), colesterol (150-300 mg/dL) y tensión arterial sistólica (100-180 mmHg).
En el Estudio REGICOR, los valores de referencia que tenemos son: edad (35-74 años), colesterol total (< 160-280 mg/dL), tensión arterial sistólica/diastólica (< 120/80-160/100 mmHg), si es o no fumador, y diferencia varias tablas si el paciente es o no diabético.
En el Estudio DORICA, los valores de referencia son: edad (25-64 años), colesterol total (< 160-280 mg/dL), tensión arterial sistólica/diastólica (< 120/80-160/100 mmHg), si es o no fumador, y diferencia varias tablas si el paciente es o no diabético.
Hemos utilizado las siguientes fórmulas para VAI y para DAI15,16:
VAI = {perímetro de cintura (cm)/[39,68 + (1,88*IMC)]}*(TG/1,03)*(1,31/HDL) para hombres y para mujeres = {perímetro de cintura (cm)/[36,58 + (1,89*IMC)]}*(TG/0,81)*(1,52/HDL)
DAI = {perímetro de cintura/[22,79 + (2,68*IMC)]}*[TG (mmol/L)/1,37]*[1,19/colesterol de lipoproteínas de alta densidad (cHDL, mmol/L)] para hombres y {perímetro de cintura/[24,02 + (2,37*IMC)]}*[TG (mmol/L)/1,32]*[1,43/colesterol de lipoproteínas de alta densidad cHDL (mmol/L)] para mujeres
Análisis estadístico
Para el estudio estadístico, se hizo un análisis descriptivo de las variables categóricas, calculando la frecuencia y la distribución de las respuestas en cada variable. En el caso de las variables cuantitativas, se calcularon la media y la desviación típica. Para evaluar la normalidad de la muestra, se aplicó la prueba de Kolmogorov-Smirnov. Para valorar la utilidad de los diferentes métodos en la predicción del RCV con los tres métodos, se hicieron curvas ROC y se determinó AUC, así como los puntos de corte con su sensibilidad, especificidad e índice de Youden. El análisis estadístico se hizo con el programa SPSS 27.0, siendo el nivel de significación estadística aceptado de 0,05.
El estudio fue aprobado por el Comité Ético de Investigación Clínica del Área de Salud de Baleares (IB 4383/20).
Resultados
Las características generales de las personas estudiadas se muestran en la tabla 1.
Los valores de RCV alto/muy alto son siempre mayores en los hombres que en las mujeres (p < 0,0001). El RCV más alto en las mujeres se obtiene con REGICOR (1,58% de la población de mujeres) y en los hombres con SCORE (11,28% de la población de hombres) (tabla 2).
Difieren con cada método las personas valoradas según los límites de edad establecidos para la valoración:
- Mujeres valoradas: con REGICOR: 132.663; con SCORE: 85.296; con DORICA: 156.993.
- Hombres valorados: con REGICOR: 195.927; con SCORE: 131.540; con DORICA: 224.827.
- Total de personas valoradas en RCV: con REGICOR (40-65 años): 32.8590 (78,55% de la población); con SCORE (35-74 años): 216.836 (51,83% de la población); con DORICA (25-64 años): 381.820 (91,27% de la población).
En ambos sexos, y con los tres métodos de valoración de RCV, los valores medios de VAI y DAI van aumentando según lo hace el RCV. Los valores medios más elevados de VAI se obtienen con el método DORICA, tanto en hombres (riesgo muy alto: 25,93 [desviación típica — dt —: 18,15]) como en mujeres (riesgo alto: 6,35 [dt 3,77]). Lo mismo ocurre con DAI; los valores más elevados se obtienen con DORICA en hombres (riesgo muy alto: 2,86 [dt 1,98]) y en mujeres (riesgo alto: 1,57 [dt 0,93]) (tabla 3).
En el análisis ROC del AUC de los índices VAI y DAI para RCV con los tres métodos empleados (SCORE, REGICOR y DORICA), se observa que, atendiendo al AUC, VAI y DAI son estimadores de capacidad predictiva de utilidad en RCV estimado con DORICA, alta en mujeres (AUC > 0,8): para VAI 0,865 (IC 95%: 0,836-0,894) y para DAI 0,859 (IC 95%: 0,829-0,888) y moderada en hombres (AUC > 0,7-< 0,8); para VAI 0,774 (IC 95%: 0,768-0,780) y para DAI 0,762 (IC 95%: 0,756-0,768) (figura 1). Tanto en hombres como en mujeres, VAI y DAI muestran valores con baja capacidad predictiva con los métodos SCORE y con REGICOR (AUC < 0,7) (tabla 4).
Discusión
En este trabajo se ha estimado la capacidad predictiva de VAI y DAI en RCV en 418.343 trabajadores (172.282 mujeres y 246.061 hombres). El rendimiento predictivo de VAI y DAI para RCV se comparó utilizando curvas ROC y AUC.
La cuantificación del RCV en una población de personas trabajadoras adultas permite identificar sus vulnerabilidades y contribuye a enfocar estrategias de prevención en un colectivo accesible en el que se pueden implementar campañas de promoción de la salud para modificar su conducta y establecer hábitos cotidianos más saludables y un control y seguimiento periódico de las patologías detectadas de forma precoz. Los objetivos de este trabajo fueron establecer el RCV comparando los tres modelos más utilizados en la práctica habitual: SCORE, REGICOR y DORICA.
Se observaron claras diferencias entre mujeres y hombres en RCV en función del método empleado, siendo en mujeres el riesgo alto 1,58% con REGICOR, 1,21% con SCORE y 0,10 con DORICA, mientras que en hombres fue 2,06% con REGICOR, 11,28% con SCORE y 2,35% con DORICA. Estos resultados son más elevados que los encontrados por otros estudios que también hacen una comparativa entre los tres métodos, si bien en una muestra poblacional más reducida, de menor edad (18-35 años) y en un colectivo concreto, el de instituciones penitenciarias17.
Las comparativas realizadas en RCV utilizando los diferentes métodos no muestran claras concordancias, ni en nuestro trabajo ni en los presentados por otros autores que afirman que con la ecuación de Framingham original se sobreestima el riesgo coronario, mientras que la función de Framingham de REGICOR lo subestima18, y que la estimación del riesgo con SCORE y la función de Framingham muestra diferencias significativas de género y cuantitativas, concluyendo que no existe concordancia entre Framingham y la función SCORE para estimar el RCV en sujetos de alto riesgo19.
DORICA estima el riesgo global de enfermedad coronaria a partir de la función de Framingham, pero adaptada a la prevalencia de factores de riesgo en España. Esto la hace útil para construir instrumentos que permitan estimar el riesgo global a 10 años mientras se utiliza una función específica basada en un estudio de cohortes de diseño no disponible actualmente en España.
La obesidad se asocia habitualmente a la ECV, pero comienza mucho antes de la presentación de un evento cardiovascular. Tanto en hombres como en mujeres, los eventos cardiovasculares, sus hospitalizaciones y mortalidad asociadas suelen estar clínicamente predispuestos, y la obesidad aumenta el riesgo de ECV en ambos sexos; sin embargo, la prevalencia clínica de la obesidad y su contribución a factores de RCV tiene unas connotaciones específicas en la mujer20.
El tejido adiposo visceral es un factor de riesgo cardiometabólico que puede directamente o a través de sus comorbilidades relacionadas determinar el riesgo relacionado con la obesidad. Es considerado un mediador del riesgo que confiere la disfunción del tejido adiposo subcutáneo21.
Los índices VAI y DAI son indicadores relativamente nuevos para predecir enfermedades no transmisibles y se están incorporando, junto con otros, como el índice aterogénico del plasma (AIP), para evaluar su asociación con el riesgo de ECV, por lo que se estima que pueden ser útiles para identificar subgrupos de alto riesgo en la población general22.
En nuestro estudio se evaluó la capacidad predictiva de VAI y DAI con el riesgo de ECV, comparando su relación con los tres métodos de estimación de RCV, muestra una alta capacidad predictiva de VAI en ambos sexos, especialmente con DORICA. Coincide con el estudio ATTICA, referencia como estudio prospectivo a largo plazo en una muestra poblacional grande en Europa, que señala que el VAI se asocia de forma independiente con un riesgo elevado de ECV a 10 años, particularmente en hombres, y que puede utilizarse como un indicador adicional del riesgo de ECV a largo plazo para hombres caucásicos/mediterráneos sin ECV previa23. Puede, asimismo, superar la efectividad de los índices antropométricos de uso común24. Sin embargo, no ha mostrado eficacia predictiva en grupos de riesgo como las mujeres posmenopáusicas25.
En obesidad se diferencian los fenotipos de obesos metabólicamente sanos y metabólicamente enfermos. La actividad de prevención primaria en ámbito laboral tendría su mayor aplicación en las personas que no han desarrollado alteraciones metabólicas a pesar de la obesidad, mientras que la actividad de prevención secundaria se centraría en quienes ya presentan ECV o metabólica, donde se impondría el control y el seguimiento coordinado. En este sentido, algunos autores consideran que el índice VAI y los niveles elevados de factores de riesgo no tradicionales en ambos fenotipos podrían contribuir a prevenir el aumento del riesgo de ECV observado en estudios relevantes26.
En comparación con las mediciones del IMC, la circunferencia de la cintura, la adiposidad y las evaluaciones de la morfofuncionalidad del tejido adiposo son mejores predictores de anomalías cardiometabólicas, y el DAI se posiciona como un marcador temprano de adiposidad basado en anomalías morfofuncionales de los adipocitos con puntos de corte distintos para hombres y mujeres, y se asocia con alteraciones cardiometabólicas tempranas, independientemente de la adiposidad y de otros factores de riesgo, siendo un indicador que se obtiene utilizando parámetros accesibles y, por ello, puede incorporarse fácilmente a la práctica clínica para la identificación temprana de anomalías del tejido adiposo en sujetos aparentemente sanos27. Coinciden estos resultados con los nuestros, en los que el DAI muestra una alta capacidad predictiva de RCV estimado con DORICA, especialmente en mujeres, siendo moderada en hombres.
Fortalezas y limitaciones
Se considera fortaleza de este trabajo su tamaño muestral y el uso de índices específicos de adiposidad como el VAI y el DAI como indicadores predictivos de RCV, estimados con las diferentes ecuaciones y parámetros utilizados. Destacar la facilidad de uso en la clínica diaria y su utilidad en salud pública y salud laboral por su carácter predictivo del RCV, especialmente en prevención primaria ante la sospecha de alteraciones en las que la actuación precoz y el control y el seguimiento desde salud laboral en los exámenes de vigilancia periódica de la salud permitirían tratar de forma temprana a estas personas para reducir la carga de la enfermedad.
Se considera una limitación de este trabajo no tener un comparativo por sectores laborales en esta muestra población tan extensa y las limitaciones por edad inherentes a cada uno de los métodos de valoración del RCV utilizados con estándares diferentes, ya que se trata de una población acotada a la edad laboral y que por ello excluye a personas de más de 66 años, por lo que la extrapolación de los resultados a otra población debe interpretarse con cautela. Se considera también una limitación no haber tenido en cuenta otros factores de riesgo de ECV no tradicionales, como los marcadores inflamatorios, no accesibles en nuestro medio laboral y que aumentarían las posibilidades de detección precoz en ambos fenotipos, metabólicamente sanos y enfermos. De otro lado, el diseño transversal implica que no se pueden establecer relaciones temporales potenciales entre los factores de riesgo de ECV y los metabólicos y que se necesitaría un estudio prospectivo posterior para valorar la eficacia del VAI y el DAI como herramientas predictivas de estos marcadores en población laboral.
Conclusiones
- La prevalencia de RCV es distinta según el método empleado (más alto en mujeres con REGICOR y en hombres con SCORE). Los valores de RCV son siempre mayores en hombres con los tres métodos utilizados.
- Los valores medios de VAI y DAI van aumentando según lo hace el RCV con cualquiera de los métodos utilizados.
- El VAI y el DAI muestran alta capacidad predictiva de RCV en mujeres con DORICA (valores AUC > 0,8) y moderada en hombres (AUC > 0,7-< 0,8). En ambos sexos, el VAI y el DAI muestran valores con baja capacidad predictiva en RCV estimado con SCORE y REGICOR (AUC < 0,7).