Las PPP constituyen un fenómeno fisiológico, indoloro, no infeccioso y sin potencial de malignización. Desde el punto de vista anatomopatológico, pueden ser conocidas como papilomatosis coronal del pene o glándulas sebáceas ectópicas1. Son pápulas pequeñas de entre 1 y 3 mm de color blanco amarillento o incluso del mismo color que el glande. Aparecen circunferencialmente alrededor de la corona o surco del glande en una o varias hileras2.
Es un hallazgo relativamente común y se estima que entre un 14 y un 48% de los hombres de 11-52 años presentan pápulas perladas, siendo más frecuentes en hombres negros y no circuncidados2. No obstante, la literatura existente sugiere que estas lesiones son más comunes en niños y hombres jóvenes púberes, en quienes en algunos casos pueden involucionar con la edad3.
Caso clínico
Presentamos el caso de un hombre de 22 años sin antecedentes clínicos de interés y con antecedentes quirúrgicos de foniculolisis más orquidopexia por criptorquidia derecha.
El paciente consultó a su médico de familia por la aparición de lesiones papulomatosas blanquecinas no dolorosas de 1-2 mm a nivel de la corona del glande (figura 1), desconociendo el tiempo de evolución por tratarse de un hallazgo casual. En la anamnesis no se mencionaron relaciones sexuales de riesgo, aspecto importante para realizar el diagnóstico diferencial.
Tras la correcta anamnesis, que descartó lesiones por enfermedades de transmisión sexual, y una exploración en la que se observaron las características y la localización típicas de las pápulas perladas, se llegó al diagnóstico.
No obstante, debido a la disponibilidad de teleconsulta con el servicio de dermatología, se utilizó este método para confirmar el diagnóstico, lo que contribuyó a disminuir la preocupación del paciente.
En el caso de nuestro paciente no se precisó tratamiento. Solo hubiese sido necesario si hubiera habido disconformidad del paciente y excesiva preocupación estética con importante repercusión en su vida cotidiana. Al paciente se le recomendó volver a consultar si en algún momento las lesiones llegasen a constituir un problema.
Discusión
Las PPP fueron descritas como tales por primera vez en 1964 por B.L. Johnson4. Aunque antes habían sido descritas por varios autores con nombres como papilomas hirsutoides de la corona del glande5,6, posteriormente se descubrió que no había relación con el folículo pilosebáceo4.
Las pápulas perladas se caracterizan por su tamaño de entre 1 y 4 mm y su apariencia blanquecina, al igual que su localización en la zona marginal del glande, formando hileras de forma circunferencial.
Debido a que en la mayoría de casos se corresponden a hallazgos casuales y asintomáticos, no suelen requerir estudios complementarios y su diagnóstico es fundamentalmente clínico7. En los casos dudosos se podría llegar a realizar una biopsia de las lesiones, ya que se debería hacer el diagnóstico diferencial con condilomas, molluscum contagiosum, liquen plano y carcinomas in situ2,7,8. En comparación con los condilomas acumulados, las PPP son más uniformes, se localizan estrictamente en el glande o en el surco coronario y no tienen una superficie similar a una coliflor. Las pápulas de liquen plano son de color carne y tienen la parte superior plana y suelen aparecer en el eje del pene9.
Puesto que hablamos de una entidad claramente benigna, no necesita tratamiento10,11, aunque en los casos de gran preocupación emocional o estética se pueden llevar a cabo tratamientos con crioterapia, electrodisecación, podofilino, legrado y ablación láser con dióxido de carbono, siendo este último procedimiento el que ofrece unos mejores resultados estéticos2,3,12.
Como conclusión, las pápulas perladas constituyen uno de los motivos de consulta frecuentes en Atención Primaria por parte de hombres jóvenes que presentan lesiones en la zona genital. Debido a su carácter benigno y a la ausencia de necesidad de tratamiento, las médicas y médicos de familia deben estar familiarizados con estas lesiones para contribuir al bienestar de los pacientes afectados y a la disminución de derivaciones innecesarias al medio hospitalario.