Original

La práctica del Tai Chi previene las caídas en el Anciano Institucionalizado: Un Ensayo Clínico

B. Valero Serrano, P. Franquelo Morales, F. González Martínez, J. de León Belmar, J.L. Quijada Rodríguez

Resumen

DISCUSIÓN La pertinencia de este trabajo investigativo esta relacionada con los innumerables beneficios que obtendrían los usuarios potenciales de los resultados. En primera instancia se podrían diseñar desde la Universidad de Cartagena programas de promoción de la salud y prevención de la enfermedad con estrategias educativas acordes con cada grupo social, brindándoles a las comunidades marginales más vulnerables la posibilidad de preservar sus órganos dentarios. Estos elementos, que se encuentran representados en los resultados, han hecho que reflexionemos en torno a cuáles son los factores que hacen que se maneje una dualidad entre el conocimiento construido socialmente y este mismo puesto en práctica. Lo primero que salta a la luz de las explicaciones es la pobreza, debido a que ésta se ha convertido en un factor de influencia para tener buenos y eficaces elementos de higiene oral dentro del hogar. En esta comunidad los resultados difieren de este juicio de valor, ya que la mayoría de los habitantes cree que ser pobre no condiciona la enfermedad. Muchos tienen una vida lúgubre principalmente por la ausencia del dinero permanentemente y por los problemas que esto conlleva, lo que puede contribuir a la pérdida de las costumbres saludables y de un desarrollo humano visto desde la gestión y participación en procesos comunitarios tendentes a progresar como ser social y transformar su nivel de vida en la pirámide de la pobreza9. En segunda instancia nos preguntamos por el elemento sociocultural, tratándose de una población sin muchas motivaciones de vanidad estética corporal e intelectual, debido a que los hombres son esclavos de su trabajo y su precaria situación económica los obliga a estar todo el tiempo buscando el diario y los escenarios laborales y pocos momentos de diversión no exigen una presencia estética, en donde la cavidad oral sea un componente importante. Por otro lado, las mujeres están dedicadas al hogar y cuidado de los niños en algunos casos y en otros a la cocina en restaurantes y negocios comerciales improvisados que son el sustento de la mayoría de las familias durante los fines de semana, los cuales no dejan espacio para eventos sociales que representen una importante presencia e imagen física de limpieza. Esto crea seres humanos tristes y sin un sentido de organización social, lo que contribuye a la pérdida de la identidad cultural10,11. Por último, los niños conviven con un medio ambiente poco higiénico, insalubre, en donde, además de los juegos, no hay motivaciones adicionales hacia la limpieza y la buena presencia, lo que tampoco ha sido inculcado por los padres por el poco tiempo que les queda para monitorear su educación y sus buenas costumbres. Esto probablemente ha impulsado un estado de desidia social que logra interpretar parcialmente el por qué de sus ambigüedades en el tema de la salud oral (figura 3). Desde esta perspectiva, todavía no se ha comprendido la importancia de las visitas periódicas a un centro de salud con el fin de hacerle seguimiento y prevenir las enfermedades orales. De igual forma, es claro que el odontólogo es el profesional mejor capacitado para esto, pero no se evidencian las diferencias entre la efectividad de este trabajo profesional y las acciones que se desarrollan desde el saber popular, ya que mientras éstas den resultado no es posible perder tiempo y dinero bajo las otras alternativas. Otro aspecto importante para intentar comprender es la interpretación que la población tiene de la ingesta de crema dental durante el cepillado, especialmente en estas edades cuando los dientes permanentes se están formando, lo que puede ocasionar un aumento en la prevalencia de la fluorosis, la cual tiene unas características estéticas igual de importantes que la caries dental para el mantenimiento de la autoestima en niños escolares12. Entre los estudios de representaciones sociales que se han realizado en el país en los últimos años se encuentran el de Nieva y Jácome13,14 en 1998, quienes evaluaron poblaciones urbanas marginales de ciudad Bolívar, en Bogotá. Los resultados dieron a conocer cómo la gente interpreta este proceso desde tres aspectos, como son lo estético, biológico y emocional. Por otro lado, en la ciudad de Cartagena realizamos un estudio cualitativo sobre representaciones sociales en 200815 dirigido a padres de niños que son atendidos en las clínicas odontológicas de dos universidades de la región, encontrándose resultados diferentes en cuanto a la motivación hacia la higiene oral, siendo lo estético el principal aspecto para la asistencia al odontólogo. Por otra parte, en cuanto a percepciones de salud oral en condiciones como el embarazo, Fuentes et al16 en 2007, en una población chilena, encontraron que el 70procentajer de las mujeres que participaron en el estudio cree que el embarazo puede producir perdida de órganos dentarios y el 75procentajer ha evidenciado sangrado de las encías, resultados muy similares a los encontrados en el presente estudio, lo que demuestra una vez más la influencia que ejercen las percepciones sobre la prevención de las enfermedades. En este sentido y a la luz de estos resultados, se propone que la construcción de conocimientos para la adquisición y aplicación de buenos hábitos de higiene oral en la población de La Boquilla debe hacerse bajo una negociación de saberes, en donde el profesional tenga en cuenta el pensamiento y opinión del paciente como una alternativa más de salud, debido a que en la actualidad existen saberes validados socialmente con características de verdad absoluta, al igual que conocimientos validados científicamente, sin embargo, es claro que la mejor forma de llegar a conocer la realidad es a través de la complementación de saberes. Hoy en día es tan falible el conocimiento ideológico como el científico, representado esto por los innumerables cambios que se presentan en la rueda de la ciencia, los cuales van corrigiendo los conocimientos que durante muchos años se consideraban como válidos y se imponen los que actualmente resisten la crítica de la comunidad científica actual, más por incapacidad de encontrar los errores por parte de los académicos que por lo que representan17. La comprensión de esta realidad social debe permitir que el profesional de hoy asuma una actitud sin dogmas, enmarcando su comportamiento a partir del reconocimiento del otro como un ser con igual capacidad para utilizar herramientas preventivas que le permitan resolver los problemas relacionados con las enfermedades orales, sin necesidad de haber tenido acceso a una universidad18. Por otro lado, se espera que este aporte sea significativo para las instituciones de salud del distrito de Cartagena - Colombia, las cuales pueden utilizar este mismo modelo en poblaciones con comportamientos socioculturales diferentes, cuyos resultados serían únicos y utilizados sólo en estos individuos. Teniendo en cuenta el análisis realizado durante todo el proceso, se concluye que las representaciones sociales sobre la salud y la enfermedad oral en la población de La Boquilla ejercen una influencia en la apropiación del conocimiento dentro de su núcleo familiar, hasta el punto de lograr confrontarlo con el conocimiento científico que transmiten los profesionales de la salud y de esta forma sacar conclusiones individuales basadas en una reflexión desde una perspectiva empírica e ideológica. Además, se evidenciaron interpretaciones que estaban influenciadas por la cultura, el trabajo, la pobreza, las emociones etc., elementos éstos poco racionales desde lo científico, los cuales logran reconocer a un ser social que puede tener comportamientos y actitudes saludables con explicaciones diferentes a la cultura occidental, pero tratando de buscarle una solución al problema desde diferentes dimensiones. AGRADECIMIENTOS A la institución educativa INETEB y a la comunidad de La Boquilla - Cartagena, por la gestión y los aportes durante el proceso de recolección de la información. A la Universidad de Cartagena por el apoyo administrativo para el desarrollo de esta investigación. Objetivo. Determinar si la práctica de dos horas de Tai Chi semanal durante 9 meses disminuye el riesgo de caídas en ancianos de edad igual o superior a 65 años que viven institucionalizados. Diseño. Ensayo clínico con aleatorización por grupos sin cegamiento. Emplazamiento. Dos residencias de ancianos de la ciudad de Cuenca. Participantes. Un total de 94 ancianos institucionalizados, de entre 65 y 90 años. Grupo control de 43 y grupo de intervención de 51 practicantes de Tai Chi. Mediciones principales. Mediante entrevista semanal, realizada por uno de los investigadores, se recogieron como eventos principales el número de caídas, número de fracturas, número de tropiezos y pérdidas de equilibrio. Resultados. La incidencia de caídas en el grupo de Tai Chi fue del 13,7procentajer y en el grupo control del 32,5procentajer (p < 0,03); Razón de Riesgo [RR] = 0,42, lo que supone una Reducción de Riesgo (RAR) del 18,8procentajer. Como resultado de estas caídas, 5 ancianos de los controles (11,6procentajer) sufrieron fracturas óseas y ninguna en el grupo de Tai Chi (p < 0,02). Encontramos diferencias estadísticamente significativas en cuanto al número de tropiezos, 16 en el grupo de Tai Chi (31,3procentajer) y 49 en los controles (113,9procentajer) (p<0,04; RR = 0,28; RAR = 0,826). Igualmente las diferencias en el número de pérdidas de equilibrio fue significativa, 12 en el grupo de Tai Chi (23,5procentajer) y 37 en el grupo control (86procentajer) (p < 0,02; RR = 0,27; RAR = 0,625). Conclusiones. La práctica regular de Tai Chi probablemente disminuye el número de caídas, la incidencia de fracturas, el número de tropiezos y las pérdidas de equilibrio en pacientes ancianos institucionalizados.

Rev Clín Med Fam. 2010;3(1):0

Cómo citar este artículo...

Valero Serrano B, León Belmar J, Quijada Rodríguez J, Franquelo Morales P, González Martínez F. La práctica del Tai Chi previene las caídas en el Anciano Institucionalizado: Un Ensayo Clínico. Rev Clín Med Fam. 2010;3(1):0.